"La fotografía del paisaje es la prueba suprema del fotógrafo, y a menudo la decepción suprema" Ansel Adams
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viernes, 24 de febrero de 2017

PORTADA DEL DISCO "GABARRERÍAS"

Poli, uno de los últimos gabarreros segovianos
Esta imagen es la portada del nuevo disco de este grupo de “música folk”.
Nuevo Mester de Juglaría es uno de los grupos de folclore castellano, de la provincia de Segovia, que permanece más tiempo activo en España ya que comenzaron su carrera musical en el año 1969. “Estudian los cancioneros, los métodos de investigación etnográficos, hablan con los intérpretes populares y los estudiosos que les han precedido y elaboran su propia metodología para realizar sus encuestas, dirigiéndose fundamentalmente al rescate de melodías y ritmos tradicionales y populares.”

Con un total de veintiocho discos, dos libros y 48 temporadas ininterrumpidas, han realizado cerca de 2000 actuaciones y conciertos a lo largo de todo el mundo.

El 4 de marzo, a las 20,30h se presenta en el Teatro Gonzalo Menéndez Pidal, de El Espinar (Segovia), su nuevo disco Gabarrerías, un homenaje al oficio prácticamente extinguido entre los pinares: los gabarreros.

domingo, 19 de junio de 2016

REPORTAJE EN EL SUPLEMENTO "PAPEL" DEL PERIÓDICO DE EL MUNDO


Este domingo el diario EL MUNDO publica este reportaje en su suplemento "PAPEL", donde aparece una pequeña selección de algunos de los protagonistas de nuestro último libro sobre los viejos oficios de la Sierra de Guadarrama. Espero que os guste!






viernes, 8 de enero de 2016

EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA: "UNA MIRADA A SU PAISAJE HUMANO"




El sábado 16 de enero a las 11 de la mañana se inaugura en la Casa de la Cultura Asunción Balaguer, de Alpedrete, nuestra exposición fotográfica: "La Sierra de Guadarrama, una mirada a su paisaje humano". 

Julio Vías y yo estaremos allí para realizar una visita guiada y también contaremos con algunos de sus protagonistas, como Cándido, el Segoviano, cantero de Alpedrete. 

Estáis tod@s invitad@s!!!

jueves, 11 de junio de 2015

IMÁGENES DE LA MEMORIA SERRANA

El sábado, día 20 estáis tod@s invitad@s a la inauguración de la exposición fotográfica "Sierra de Guadarrama: una mirada a su paisaje humano" en el área medioambiental El Gurugú, en Guadarrama, con textos del escritor Julio Vías que acompañan a mis imágenes sobre los oficios tradicionales.

Será una jornada festiva, donde además de disfrutar de las imágenes comentadas por nosotros, habrá una muestra de artesanía, y una demostración de viejos oficios. Aquí tenéis toda la información.


jueves, 5 de marzo de 2015

INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN: "SIERRA DE GUADARRAMA: UNA MIRADA A SU PAISAJE HUMANO"



Ayer se inauguró esta exposición fotográfica en el Aula Medioambiental de Boadilla del Monte, situada en las antiguas escuelas, enfrente del Palacio del Infante Don Luis. En esta exposición de 16 fotografías y texto de Julio Vías, podéis contemplar a algunas de las personas que forman parte de este paisaje humano, el que representan los oficios ancestrales, tradicionales, pero casi olvidados y que pretendemos "rescatar" a través de estas imágenes que esperemos que muy pronto formen parte de un libro dedicado a ellos.



Tenéis más información de este nuevo aula de la naturaleza y sus horarios en este enlace: Aula Medioambiental Boadilla. Después de unos dos meses la exposición será itinerante y podréis acercaros a verla al Gurugú de Guadarrama y más centros que os iremos contando.

















martes, 9 de septiembre de 2014

PASTORES SEGOVIANOS



Hace dos meses, en compañía del escritor Julio Vías, nos acercamos a la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama, a los pies de La Mujer Muerta para encontrarnos con dos veteranos pastores. A continuación podéis disfrutar del texto de Julio Vías que acompaña a estas imágenes.

"En una luminosa tarde de comienzos de este pasado verano, en el hermoso y simbólico entorno de las ruinas del rancho de Santillana, muy cerca de Revenga (Segovia), mi amigo Javier Sánchez y yo entrevistamos a los representantes de dos generaciones de pastores segovianos: Emilio Asenjo, nacido en Cantimpalos hace 81 años, y Jesús Mari Valverde, natural de la pequeña localidad de Escobar de Polendos, en la que nació en 1954. Por lo tanto, por aquello de mostrar el pasado y el presente de la ganadería de ovino segoviana, esta vez son dos los protagonistas de nuestra historia.


Nos citamos allí con Jesús Mari aprovechando que suele carear su rebaño en este tramo de la cañada Soriana Occidental que transcurre al pie mismo del cerro de Matabueyes, en el lugar conocido como “baldíos de Santillana”, un hermoso paraje presidido por los restos maltrechos del esquileo más importante que hubo en tierras de Segovia y dominado por el fondo solemne y majestuoso de las cumbres de la Mujer Muerta. Hacia finales de mayo, hasta aquí sube todos los años con 600 ovejas, la mitad de ellas de tronco merino con cruce castellano y la otra mitad merinas puras, desde la localidad de Escarabajosa de Cabezas, a donde vuelve a bajarlas a mediados de julio para aprovechar las rastrojeras tras la siega de los campos de cereal.





Acompañamos a Jesús Mari y a su pastor ayudante Javier en su careo con elganado por los parajes situados al pie de la Cruz de la Gallega, rozando los mismos límites del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Durante el camino nos va contando su quehacer cotidiano y los problemas a los que se enfrenta en el desempeño de su oficio, al igual que todos los ganaderos de ovino segovianos. Su jornada comienza al amanecer atendiendo a las ovejas paridas en su nave ganadera de Escarabajosa. Tras el almuerzo de las 9 de la mañana sube hasta los baldíos de Santillana para carear con las ovejas horras durante el resto del día, desde las diez de la mañana hasta las ocho y media de la tarde. Turnándose con sus hijos, Jesús Mari saca tiempo además para atender la afamada carnicería Valverde Abad, situada en el segoviano barrio de San Lorenzo, donde se puede encontrar uno de los mejores lechales de la tierra bajo la denominación de “Cordero Segolechal”.













Jesús Mari nos habla de las dificultades de mantenerse en este oficio por las constantes subidas de los precios de los piensos mientras el precio del lechal se mantiene casi invariable desde hace diez años, de los ataques de los buitres al ganado, y de la amenaza cada vez más real y tangible creada por el retorno del lobo a la sierra de Guadarrama. Emilio Asenjo, que también fue carnicero en Segovia, asiente con la experiencia de sus ochenta años. Fue igualmente pastor desde niño y trashumó con su ganado hasta el valle de Alcudia durante gran parte de su vida, aunque los últimos diez años lo hizo en tren. Por ello conoce como nadie esta cañada Soriana Occidental, más conocida como cañada “de la Vera de la Sierra” por transcurrir en todo su recorrido de punta a punta por la provincia a lo largo del piedemonte serrano.




Despedimos a nuestros amigos al caer el sol, tras encerrar al ganado en el redil levantado por Jesús Mari al pie mismo de la Cruz de la Gallega, en el inicio del cordel ganadero que sube hasta el puerto de la Fuenfría".








domingo, 20 de abril de 2014

REPORTAJE DE LOS OFICIOS DEL GUADARRAMA EN EL PAIS DEL DOMINGO

Hoy domingo podéis leer en el periódico de EL PAIS este pequeño reportaje en el que se habla del proyecto en el que trabajamos Julio Vías y yo sobre los oficios tradicionales del Guadarrama. Texto de Juan Antonio Aunión.
EL PAIS
La sierra que se apaga
Un proyecto trata de rescatar del olvido oficios ancestrales del Guadarrama.
Los autores defienden los usos ganaderos y forestales tradicionales para conservar la naturaleza
J. A. AUNIÓN Madrid 



José Manuel López Luna, vaquero de Moralzarzal. / JAVIER SÁNCHEZ

—Estos montes están perdidos. Mucho verde, mucho ecologismo, pero están perdidos.
—Hombre, para el turismo, para los excursionistas, sí que valen.
—Tampoco. Pero si no se puede ni andar. Antes, con 9.000 cabras por el monte, se andaba por todas partes divinamente.
Con la gorra bien calada sobre los ojos, el mono azul de trabajo con cremallera subida hasta el ombligo, dejando ver debajo su jersey de punto, el cayado en una mano y el cigarrillo de Celtas en la otra, Antonio Navacerrada, de 71 años, cuenta mientras pasea su hatajo de 20 cabras cómo en Bustarviejo, a 62 kilómetros al norte de la capital, había nogales por todas partes, la producción de judías era espectacular, las vacas… Y se lamenta, acto seguido, de que ya es imposible mantener casi cualquier intento de agricultura y de ganadería, entre otras cosas, por “las burocracias”. De hecho, su pequeño rebaño es puro pasatiempo para él, que, jubilado, lo necesita “como una terapia; ¡si me cuesta dinero!”.
DEMETRIO MATESANZ, EL CARBONERO DE PINILLA DEL VALLE. Demetrio Matesanz ya no es carbonero; no porque tenga 91 años y lleve muchos jubilado, sino porque en su pueblo, Pinilla del Valle (210 habitantes, a 90 kilómetros de Madrid), no se ejerce la profesión desde la década de 1950: Matesanz ha trabajado casi toda su vida en la construcción, pero de joven fue carbonero. Cuenta que era muy duro —como era la vida entonces, “muy esclava”—, que requería pasar muchas horas al aire: primero cortando la leña y preparándola y, luego, metiéndola en la hoya para quemarla hasta convertirla en carbón. Pero se acuerda mucho, con cariño, de aquella época: “No sé, había compañerismo”. Matesanz posa delante de una hoya que, aunque sin uso, se conserva en el pueblo: “No es de nadie, es del monte”. / JAVIER SÁNCHEZ
Navacerrada es uno de los últimos cabreros de la sierra del Guadarrama, una extensión de cientos de miles de hectáreas que parten la meseta norte y sur en el centro de la península, entre la Comunidad de Madrid y Segovia, y con una pequeña parte en Ávila. Entre los montes, pinares, dehesas y valles (muchos de ellos protegidos dentro del recién creado Parque Nacional del Guadarrama) se diseminan un centenar largo de municipios en los que aún se conservan algunos de los oficios tradicionales que han ido conformando la cultura y el paisaje desde hace siglos. En algunos casos, como el de Antonio Navacerrada, todavía en activo; en otros, solo en la memoria, como ocurre con Demetrio Matesanz, de 91 años, que recuerda, aunque hace ya más de medio siglo de aquello, la crueldad del trabajo a la intemperie, el frío, el cansancio del carbonero: aquel que cortaba la leña para después convertirla en un combustible y, por último, venderla, en su mayor parte, en la capital.
Estos testimonios son los que tratan de conservar, antes de que se pierdan definitivamente, el fotógrafo Javier Sánchez y el escritor Julio Vías, autor, entre otros, del libro Memorias del Guadarrama. De momento, las historias de Antonio, de Demetrio, de Hipólito Herranz (gabarrero en San Rafael, en la parte segoviana de la sierra), de José Manuel López Luna (vaquero en Moralzarzal) o de Ricardo García (herrero en Alameda del Valle), las van publicando en sus blogs, pero no descartan que acaben conformando un nuevo libro.
HIPÓLITO HERRANZ, EL GABARRERO DE SAN RAFAEL. El gabarrero es aquel que corta leña, la saca a caballo del pinar y la vende después. Hipólito Herranz (66 años) lo ha hecho, como su padre y como tantos hombres de la zona de Valsaín, El Espinar y San Rafael (en Segovia, a 67 kilómetros de Madrid), toda su vida, combinándolo en su caso con el trabajo de albañil. Hoy, jubilado, lo sigue haciendo, para consumo propio y para vender a los vecinos. / JAVIER SÁNCHEZ
Una de las entradas que ya ha escrito Vías empieza hablando de las raíces que se van perdiendo con estas gentes del Guadarrama: “Y nos referimos, por supuesto, no a sus decenas de miles de habitantes, casi todos ellos ciudadanos urbanitas procedentes de Madrid, sino a los pocos supervivientes que quedan de la última generación auténticamente rural que habitó los pueblos serranos, algunos ya convertidos en verdaderas ciudades-dormitorio. Ellos son los depositarios de un legado inapreciable de saberes ancestrales transmitidos de padres a hijos y hoy a punto de perderse, como son las técnicas empleadas en unos oficios practicados en estas tierras desde hace 2.000 años”.
Es el arranque del texto sobre Hipólito Herranz, que a sus 66 años no recuerda la primera vez que se acercó al oficio de gabarrero, que fue el de su padre y el de su tío y que ha compaginado casi toda su vida con el de albañil. El gabarrero, término que prácticamente solo se usa en el Guadarrama, se dedica a cortar leña en el monte, normalmente, de pinos secos caídos o en pie, y transportarla a caballo para después venderla.
ANTONIO NAVACERRADA, EL CABRERO DE BUSTARVIEJO. “Antes, el hijo de un obrero en un pueblo, para cuando se iba a mili, sabía ya 10 oficios”, dice Antonio Navacerrada, de 71 años, que se ha dedicado toda la vida, desde los ocho años, a la agricultura y, sobre todo, a la ganadería en Bustarviejo (a 62 kilómetros de la capital); su padre tenía vacas lecheras. Ahora, se ocupa, solo por mantenerse entretenido, de un rebaño de 20 cabras que pasea cada mañana, después de ordeñarlas, y por la tarde. Dice que antes “había menos egoísmo” y admite la dureza, la esclavitud del trabajo, pero también habla de sus beneficios. “Por la puerta del cabrero pasa el hambre cerca, pero nunca llega a entrar”. / JAVIER SÁNCHEZ
“¿Cómo está el monte ahora? Mucho más sucio”, dice Herranz señalando un pino seco muy cerca de su casa, junto a la nave donde guarda la caballería. Cuenta que ya casi no quedan gabarreros y que hace años que el Ayuntamiento de San Rafael (ya en la parte segoviana de la sierra), propietario del pinar, hace “lo menos cinco años” que no arranca unos árboles pochos que, muchas veces, están infectados de plagas que se contagian. Y no lo hace, simplemente, porque no le sale a cuenta.
La explosión de la burbuja inmobiliaria impactó con fuerza también en estos parajes y en el valor de una madera que se usaba, por ejemplo, para hacer puertas. El aserradero municipal, abierto hace algo más de un siglo, cerró recientemente tras varios años de quiebra técnica.
En sus horas más bajas, por motivos parecidos, está la herrería de Ricardo García en Alameda del Valle, en el Alto del Lozoya. Con grandes dosis de amargura y las manos más negras que el tizón, García, de 61 años, va mostrando la fragua de su taller y algunas de las herramientas que usaban su padre y su abuelo; y después, con orgullo, enseña el cabecero de hierro para una cama que fue capaz de construir hace ya algunos años a partir del diseño que le entregó un cliente y cuenta cuando fue a competir con herreros de todo el mundo en México, en Costa Rica, en El Salvador...
“A mí me gustaría continuar, y lo estoy intentando, pero no sé si será posible”. Ahora, sobre todo, da cursos de fragua a pupilos llegados desde toda España. “Son cursos muy cortos para personas que trabajan después como herreros de exhibición en ferias medievales”. Sabe que cuando él lo deje, se cerrará su negocio; sus hijos no van a continuar. Lo mismo que los de Antonio Navacerrada e Hipólito Herranz no seguirán los pasos de sus padres. Y estos oficios, claramente, no saben sobrevivir si no se transmiten directamente de una generación a otra.
RICARDO GARCÍA, EL HERRERO DE ALAMEDA DEL VALLE. “El hierro es el metal más dulce que hay, si lo calientas suficiente, harás con él lo que quieras; el cobre no lo dominas”, cuenta Ricardo García (61 años) junto a la fragua. García pelea con todas sus fuerzas para mantener abierta su herrería en Alameda del Valle (250 habitantes, a 91 kilómetros al noroeste de Madrid), que heredó de su padre y que sabe que cerrará en cuanto él se jubile. / JAVIER SÁNCHEZ
“Hay que heredarlo, si no, es imposible”, asegura José Manuel López Luna, vaquero de Moralzarzal y presidente de la Asociación de Ganaderos de la Cuenca Alta del Manzanares. “Con la crisis, muchos han intentado salir adelante con la ganadería, pero no lo consiguen”. López Luna tiene con su hermano 250 vacas de raza avileña (las negras, autóctonas de España) que vende para carne; las de leche ya no dan dinero. Habla de un contexto de costes crecientes —que apenas se llegan a cubrir con las subvenciones— y de pastos decrecientes, lo que resulta al final en una ganadería menguante.
“Aquí [en San Rafael], mucha gente en paro ha vuelto a la madera, pero van con los coches y así no se puede. En estos montes, con los desniveles que hay, solo se puede bajar la leña con caballo y estos no han visto uno en su vida”, dice Hipólito Herranz mientras muestra su calefacción alimentada con la madera que él mismo recoge. “Con la crisis y el precio del gasoil por las nubes, algunos se han pasado otra vez a la leña”, añade.
JOSÉ MANUEL LÓPEZ LUNA, EL VAQUERO DE MORALZARZAL. Cada año, al comienzo del verano, José Manuel López Luna (en la imagen, con el jersey verde), de 43 años, y su hermano Vicente (48), suben a caballo sus vacas desde Moralzarzal (12.000 habitantes, a 46 kilómetros al noroeste de la capital) hasta los pastos del monte de La Camorza, en la Pedriza de Manzanares. Ambos, con un rebaño de 250 cabezas, se dedican a lo mismo que su padre, que su abuelo, que su bisabuelo... “Aquí no hay horarios y cada vez es más difícil. Hay mucha presión de la gente que se mete en los pastos, en las cañadas...”. Ahora, cuenta, la gran cuita es el reparto de las recortadas ayudas de la PAC (Política Agraria Común de la UE). “Sin subvenciones, aquí el ganado es imposible; te da para cubrir gastos y justito”. / JAVIER SÁNCHEZ
Julio Vías no entiende que en una zona con semejante riqueza la mayoría de las calefacciones sean de gasóleo y, en general, que no se aproveche más. “Ahora, traer la madera de Polonia es más barato, pero eso se acabará”, dice. Porque el suyo no es solo un impulso sentimental ni cultural, sino que, en su defensa de los usos tradicionales de la sierra, el escritor habla también de economía, de futuro y de sostenibilidad. “Los centros de producción tendrán que estar cerca de los de consumo. El CO2 que se emite trayendo las cosas de China no es sostenible. Probablemente ya no tienen sentido algunos oficios, como el de carbonero; pero yo estoy diciendo que los usos tradicionales adaptados a los tiempos tienen futuro. Porque la agricultura no se va a acabar, ni la ganadería... Yo no sé qué tipo de artilugios y vehículos usarán los vaqueros dentro de 100 años, pero sé que seguirá habiendo vaqueros”.
“Nosotros también defendemos los usos tradicionales porque también son los que han cofigurado el espacio natural”, añade el profesor de la Politécnica de Madrid y miembro de Ecologistas en Acción Rafael Córdoba. Pero esos usos necesitan un apoyo que hoy, añade Vías, apenas existe, pues la apuesta parece apuntar hacia otro tipo de usos como el turístico, según se desprende de la Ley de Parques Nacionales recién aprobada. “El propietario de un pasto magnífico en una zona protegida podrá poner un negocio de paintball o de vuelo sin motor”, se queja Vías.


lunes, 31 de marzo de 2014

DEMETRIO, EL CARBONERO DEL ROBLEDAL



En esta ocasión os quiero presentar a uno de los últimos carboneros del Valle del Lozoya. Con sus 91 años es un auténtico superviviente y un ejemplo para tod@s. El texto de esta entrada es del gran escritor y gran amigo Julio Vías:

"El pasado 7 de marzo estuvimos mi amigo Javier Sánchez y yo con Demetrio Matesanz, uno de los últimos fabriqueros del valle de Lozoya. La fábrica era el nombre que se daba en la sierra de Guadarrama a la industria que se ocupaba de la fabricación del carbón vegetal, antaño indispensable para el funcionamiento de fraguas y talleres de todo tipo, tanto en los pueblos de la sierra como en Madrid, hasta donde se bajaba en carretas de bueyes tras un viaje de un par de días por la carretera de Burgos, hoy convertida en la autovía A-1.

Demetrio nació en 1922 en la pequeña aldea de Pinilla del Valle, en el seno de una familia de fabriqueros, y empezó su trabajo en el campo segando prados con 16 años. A los 20 ya cambió el dalle (nombre tradicional que se daba a la guadaña en las tierras del valle de Lozoya) por el podón y el hacha de dos bocas, iniciando un oficio que desempeñó hasta 1951, último año en que se carbonearon las matas robledales de La Marotera, Fuentelinosa, El Frontal, Majasomera, El Chorrillo, Navarejo y El Alijar, que desde tiempos inmemoriales fueron explotadas junto a las innumerables pertenecientes a los otros pueblos del valle.




Nuestro amigo nos relata con una lucidez extraordinaria cómo se desarrollaban los trabajos de la fábrica: Primero había que construir el chozo donde pasaban el invierno, con una estructura de cabrios de roble y cubierta de ramas de escobas y retamas. Después se iniciaban las cortas, con el empleo de hachas y podones, dejando robles de resalvo para que las matas se recuperaran tras un período de 10 a 15 años, en que volvían a ser carboneadas . Los hornos se emplazaban siempre en los mismos lugares, en las llamadas horneras, vigilados siempre por la mirada experta del quemador o jefe de la cuadrilla. La combustión de cada horno duraba de una a dos semanas, dependiendo del viento, y de otros factores, y los últimos tranzones de monte se acababan de carbonear en el mes de junio. Así pasaban ocho meses de trabajo agotador en pleno monte, a base de un rancho consistente en una olla de garbanzos con manteca que cocinaba el zagal, y que tomaban invariablemente como desayuno, comida y cena.

Hablar con Demetrio en el mismo monte en el que trabajó por última vez en la campaña de 1950-51 ha sido una experiencia inolvidable para nosotros. Al fondo, la cumbre de Peñalara brilla cubierta de nieve en una mañana espectacular, como si el día y el paisaje quisieran rendir homenaje a un personaje entrañable e imprescindible para la historia de la sierra de Guadarrama. 

Al despedirnos de él en una de las tabernas del pueblo, brindamos con unos vinos deseando que mantenga por muchos años más su vitalidad y su simpatía y haciendo votos por volvernos a ver muy pronto". (Julio Vías)

      

lunes, 28 de octubre de 2013

VIDEOS DEL GUADARRAMA Y OFICIOS TRADICIONALES EN YOUTUBE

El viernes pasado, en compañía de Julio Vías proyectamos dos audiovisuales en el Centro Cultural de Tres Cantos, dentro de  la Semana de Montaña que se celebra anualmente en estas fechas. Gracias a tod@s los que pudisteis acudir al evento en el que había casi un lleno total con cerca de 300 personas.

Para los que no hayáis podido ver las proyecciones os paso a continuación los enlaces para poder visualizarlas en youtube (el que quiera puede compartir los vídeos). Espero que os gusten:





Se recomienda entrar en Youtube para configurar el vídeo en HD