Esta mañana, caminando desde Revenga, he llegado al Ataguía del Acueducto, lugar donde captaban las aguas del río de la Acebeda para conducirlas hasta Segovia. Por el solitario sendero he realizado estas fotografías donde el melojar (robledal) aparece de forma misteriosa, entre potentes cúmulos que iban creciendo con el paso de las horas.
Imágenes oníricas que nos trasladan a un mundo donde "el bosque soñado" también existe. Tan sólo hay que salir con la cámara y encontrarlo...
Efectivamente Javier !
ResponderEliminarInteresantes imágenes que producen un efecto visual cual caleidoscopio. Me gusta !!
Gracias David!!!
EliminarUnas perspectivas muy interesantes. La magia de la fotografía permite captar y compartir los sueños de la naturaleza, siempre viva y cambiante.
ResponderEliminarEnhorabuena por las fotos y gracias por compartirlas.
Gracias Carlos!!!
Eliminarpreciosas fotos, parecen pinturas, que pasada!
ResponderEliminarMuchas gracias Ana!!!
EliminarTe imagino caminando en el bosque y parándote cada poco tiempo para ver nuevas perspectivas... y de repente miras al cielo y.... ahí tienes lo que buscabas. Enhorabuena por las fotos.
ResponderEliminarGracias Javier. Bien sabes tú que la contemplación es parte del éxito!!!
EliminarMil gracias!! Me encantan esas perspectivas CONVERGENTES!!! Gracias por compartir.
EliminarUn abrazo
Paloma
Muchas gracias Paloma!!!
EliminarUna pasada, me encanta!.
ResponderEliminarMuchas gracias Alfonso!!!
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