Acabamos de regresar de la isla de Pico, un paraíso natural que no deja indiferente a nadie. A pesar de haber sufrido con la meteorología hemos podido disfrutar de esta isla del Atlántico Norte en la que se puede ascender al punto más alto de Portugal, el Piquinho, un volcán impresionante de 2351m, rodar por la carretera con la recta más larga de las Azores de 9 Kms, caminar rodeado de viñedos volcánicos que constituyen un entorno reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y viajar al centro de la Tierra en la Gruta das Torres que, con un desarrollo de 5 Kms se trata del tubo de lava volcánico más largo de Portugal.
Sin olvidar que en sus aguas encontraremos uno de los mejores lugares de Europa para avistar cetáceos en las costas de Lajes, donde se recomienda visitar su museo ballenero. En la segunda isla más grande de las Azores podrás degustar los mejores vinos y quesos tradicionales, refrescarte en sus piscinas naturales, disfrutar de sus lagos, como el Lagoa do Capitao o relajarte tomando una copa en el Bar Cella, premio de arquitectura al Edificio del año 2016. Qué más se puede pedir?
Como alojamiento os recomiendo Casas de Incensos, un lugar único en la isla, donde la relajación, la tranquilidad y la hospitalidad de Ana están aseguradas.
Gracias también a Tripix azores y a Ilha Verde por su colaboración, ambas empresas muy recomendables en la isla.