Ayer por la tarde visité la zona quemada entre los municipio de Robledo de Chavela y Valdemaqueda, donde todavía se veían muchos efectivos de bomberos, agentes forestales y miembros del UME. Caminé durante una hora por una de las pistas forestales que rodea las laderas del cerro Santa Catalina, entre un paisaje desolador, entre pinos resineros calcinados. Pude realizar unas cuantas fotos que podéis ver aquí.
El fuego se inició el lunes por la mañana provocado por algún pirómano que se recorrió la carretera M-537 provocando un incendio de grandes magnitudes con seis focos diferentes. La nube de humo pudo verse desde mi casa, en Alpedrete, situada a más de 20 kilómetros, donde cayeron por la tarde restos de ceniza, llegando incluso hasta la ciudad de Segovia.
Según Ecologistas en Acción esta zona conocida como la sierra oeste es una de las más valiosas de Madrid desde el punto de vista ambiental, siendo un entorno de gran importancia para la supervivencia de especies como la cigüeña negra, el buitre negro y el águila imperial. Cuando regresaba vi cómo uno de estos ejemplares, alejado del incendio, contemplaba la sierra desde el alto de un poste del tendido eléctrico...