Hace unas semanas estuve en Córdoba realizando un reportaje para una editorial. Es cierto que esta magnífica ciudad, Patrimonio de la Humanidad, es muy rica en colores, con sus calles y patios muy floridos y atractivos.
Pero, entre tantos colores, podemos descubrir otra Córdoba en "escala de grises", que no deja de ser menos interesante gracias al grafismo y la fuerza que aporta el blanco y negro. Espero que os guste esta pequeña selección.
La del puente romano, con su puestillo y la gente mirando, parece un Belén, es una pasada. Yo estuve también hace pocos meses en Córdoba y las posibilidades de fotografía son infinitas(sobre todo para el que las sabe ver como tú). Un abrazo
ResponderEliminarAl quitar el color, se descubre lo esencial. Me gustan mucho, Javi
ResponderEliminarCórdoba, salvo puntuales excepciones, es una ciudad en escala de grises, tanto a los ojos como mucho más al espíritu.
EliminarSu belleza no salta a la vista, no es alegre ni escandalosa sino callada y reflexiva.