Ayer estuve en la parte alta de los pinares de Valsaín, un extenso bosque que cuenta con unos cuatro millones de ejemplares de este peculiar pino silvestre, también conocido por pino albar, de Valsaín o pino rojo. Este último debido al color anaranjado o rojizo de su corteza, sobre todo en la parte alta del tronco.
Me llamó mucho la atención el contraste cálido de estas coníferas con el tono frío del paisaje invernal, imagen que ha cambiado estas últimas semanas, en la Sierra de Guadarrama, gracias a las copiosas nevadas.
Un placer para los ojos y disfrutar así de estos espacios naturales que tenemos tan cerca de casa.
Por cierto, eché de menos el pino seco que fotografié el año pasado con un trepador azul, el tiempo ha debido acabar con él. Os muestro la fotografía (la última de la serie) que me recuerda a una especie de imagen zen.
Fotografías realizadas con equipos Pentax y Samyang
