En medio de los extensos pinares de Valsaín he descubierto un nuevo "dorado" en los altos arroyos que forman el nacimiento del río Eresma. Es el oro que aparece en el hielo y el agua de estos torrentes de montaña, siempre presentes a ciertas horas del día, pero prácticamente ocultos a las miradas de cientos de excursionistas que caminan por sus senderos...
Acaso será un simple espejismo?
No hay duda de que tienes un ojo privilegiado. Muy buena la serie que te has traido. Yo al final estuve el viernes por la zona que me comentaste pero no llegué a encontrar ese preciado oro en tales cantidades. Habrá que seguir intentándolo que aún queda mucho invierno. Un abrazote!
ResponderEliminarMe gusta mucho la segunda, que parecen gotas de agua sobre una plancha de oro con reflejos (supongo que de árboles). Y la cuarta, pero tendrías que hacernos una con velocidad muy alta para congelar el movimiento del agua –más de lo que ya estaría-. Muy bonitas la quinta que parece una playa y la sexta de oro fundido. La novena me encanta con el cauce del río adivinándose tras el hielo. La décima rechula
ResponderEliminarGracias Enrique y Carlos por vuestros animosos comentarios!!!
ResponderEliminarAl ver el título he pensado que la entrada era de la seriede de los oficios casi perdidos en la sierra, en este caso el de buscadores de oro.
ResponderEliminarPero no, esplendidos detalles de oro líquido y oro cristalizado
Gracias amigo!!!
ResponderEliminarUn abrazo