El sábado pasado, junto con mi amigo Alvaro, descubrimos una parte del macizo oriental de la Sierra de Gredos que permanece olvidado en el recuerdo, cuando se utilizaba como camino histórico por ganaderos y comerciantes para unir los pueblos de Piedralaves y Navaluenga, o lo que es lo mismo los valles del Tiétar y del Alberche.
Robles cubiertos de musgo y pinos centenarios dan paso a un collado que se abre entre roquedos. Es el puerto de Navaluenga, entre las cumbres de Lanchamala y la Escusa. Un excelente mirador en el corazón de Gredos. Paisajes solitarios que contrastan con los masificados Circo de Gredos y los Galayos. Sin duda alguna, es "la cara oculta de una sierra"...
Me encanta Gredos! Tus fotos una pasada, como siempre. Me gusta sobre todo la estructura compositiva a base de nubes, claroscuros y los diferentes planos y diagonales...
ResponderEliminar:-)
Un saludo,
Muchas gracias Javier, a ver si coincidimos algún día en una de estas salidas.
EliminarUn abrazo!!!
Qué bien has recogido el contraste de las atormentadas nubes que nos amenazaban. Es verdad que tan cerca de Madrid, en el macizo oriental de Gredos, haya zonas en las que podamos descubrir nuevas montañas, con esos robles y pinos centenarios.
ResponderEliminarHay que volver en otoño
Cuenta con ello Alvaro!!!
EliminarUn abrazo