También llamado Puente Canto, su origen se remonta a los siglos XII y XIII, salvando un paraje rocoso y angosto sobre el caudaloso río Lozoya. En sus orillas y en su cauce podremos disfrutar de curiosas oquedades y "marmitas de gigante", interesantes para ser fotografiadas.
El acceso es muy rápido, pues se llega en unos minutos desde la carretera del valle (Km. 11,800)
Como siempre unas fotografías espectaculares. Gracias por compartir esta visión tan personal de la naturaleza y de los paisajes, que solo unos ojos creativos saben captar.
ResponderEliminarSon preciosas
ResponderEliminarComo siempre, fotos sugerentes y bellas. En la Monografía del Valle del Lozoya, de Lucas Fernández Navarro, del año 1915, hay una estupenda descripción de este lugar en las páginas 47-50. Dos representaciones magistrales.
ResponderEliminarEduardo Martínez de Pisón
Gracias a tod@s y a ti Eduardo por la descripción que nos comentas
ResponderEliminarAcertada visita la que tuvo el puente. No pudo tener un visitante mejor ese día y como recompensa hay que reconocer que te poso estupendamente ese día, Javier.
ResponderEliminarBuen juego de encuadres y de velocidades.
Saludos
Muchas gracias Jesús. Saludos
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