Nadie podía pensar que durante la jornada de ayer no sólo iba a dejar de llover, después de una mañana sin tregua, sino que además íbamos a ser testigos de este festival de luces y colores, con el Curavacas y la montaña palentina de telón de fondo.
Nos encontrábamos en la presa de Camporredondo donde se instalaba una compuerta que había que trasladar de una forma muy compleja hasta su ubicación. Una operación en la que se emplearon más de ocho horas y que estuve fotografiando para la UTE ACSA OSEPSA. Mientras los arco iris aparecían al fondo, en primer plano tenía otra explosión de colores delante de la compuerta. Una experiencia para recordar...
Espectaculares Javi, muy chulas, en esta época ya de por si la zona goza de unos colores otoñales maravillosos si los sumamos a los del cielo, increíble, enhorabuena
ResponderEliminarMuchas gracias Kike, la verdad es que el otoño es una estación magnífica!!!
EliminarUn abrazo