En la Pedriza del Manzanares observamos, en algunos bloques horizontales, curiosas oquedades circulares llamadas pilancones, que nos recuerdan a las marmitas de gigante que se encuentran en los cauces de algunos ríos. Con la llegada de las primeras lluvias se crean auténticos depósitos de agua, con formas y reflejos que nos invitan a fotografiar pequeños detalles, sobre todo a ciertas horas del día. Estos en concreto están próximos al Collado de Quebrantaherraduras, camino de la Camorza.
De vuelta al collado me llama la atención una "piedra caballera", bien colocada en perfecto equilibrio. Una vez más la Pedriza me sorprende con sus peculiares paisajes que la hacen ser un enclave único e irrepetible!
Enhorabuena nuevamente, Javier.
ResponderEliminarAdemás de unas imágenes preciosas, siempre encuentras la belleza en los más nimios detalles de cualquier lugar. A cualquiera le pasaría desapercibida una roca, un reflejo, un contraste contra una nube. Pero allí donde estás con tu cámara, capturas ese instante y dejas constancia del mismo plasmado en una fotografía. La cual compartes para que todos nosotros podamos disfrutar de la misma.
Gracias.
Carlos Pérez
Gracias Carlos, ya sabes que el secreto está en ir "sólo" para ver lo que pasa desapercibido cuando somos "multitud". En la soledad, bien entendida, a veces se ve todo más claro.
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